Siglo XX

Siglo XX

Desde sus inicios el siglo XX, supuso para Lastras un enorme impulso en su desarrollo. El fuerte aumento de la población, la llegada de "modernas" infraestructuras marcan un impulso que se prolongará hasta mediados de los años sesenta, tan solo interrumpido por la "Gripe del 18" y la Guerra Civil.

La primera década del siglo nos traerán la construcción de la carretera entre La Granja a Peñafiel, el inicio de la construcción del nuevo Ayuntamiento, las primeras «centrales eléctricas» en el rio Cega para el suministro de electricidad y el alumbrado eléctrico.

Los años 20 verán la llegada de las fabricas de resina, la ampliación de las fabricas de electricidad del rio y la finalización de las obras del Ayuntamiento.

A partir de la década de 1950, al amparo del comienzo de una relativa modernización en España se comienza a dejar atrás los años de la autarquía. Un crecimiento que impulsará sectores como el manufacturero y el agrícola , con mejoras de la maquinaria, transporte y energía. Se introducen nuevos cultivos como la remolacha, la achicoria y la patata.

En 1954, se realizan los primeros trabajos de concentración parcelaria en Segovia.

Como refleja el Diccionario Geográfico Nacional de 1956: «La industria cuenta con dos fábricas de resinas, dos serrerías, un molino, tres carpinterías, tres herrerías, cinco alfarerías y una tahona».

Este crecimiento marcará el punto álgido del crecimiento demográfico de Lastras. Se sobrepasan los 1400 habitante Sin embargo los limitados recursos de la tierra unidos a la industrialización de ciudades como Madrid, Vizcaya y Valladolid generaron el éxodo rural masivo hacia esas provincias.

A esto se unió la emigración hacia Europa, que sería una constante hasta ya iniciada la década de los setenta. El desarrollo económico también posibilita la construcción de nuevos equipamientos.

En 1962 se inaugura el Grupo de escuelas y la Cooperativa de transformación de Achicoria "Sagrado Corazón de Jesús". con visita incluida del Gobernador Civil. Todo un acontecimiento en aquella época para nuestros paisanos y de la que ha quedado un importante documento gráfico.

En 1967 la antigua presa de Bodón de la Ibienza crece para convertirse en la que actualmente conocemos.

Como en tantos pueblos del interior la última parte del siglo XX frenará drásticamente el desarrollo y crecimiento de un territorio que verá cómo su población más joven abandona el pueblo para estudiar o trabajar regresando solo en periodos vacacionales.